miércoles, 1 de octubre de 2008

Modelos económicos: un enfoque actual

La actual situación financiera internacional crea la instancia para preguntarse cómo reaccionan los mercados del mundo ante una eventual crisis y qué soluciones plantean éstos según los sistemas políticos - económicos por los que se gobiernan. Además se presenta una oportunidad idónea para exponer los principales modelos económicos planteados en el pasado y cómo rigen a los países en el presente.

A seguir se presentan los enfoques económicos más relevantes:

Enfoques Clásicos de la economía. Si bien tanto los mercaderes como el comercio existen desde que consta la civilización, con las grandes travesías y expediciones de los siglos XV y XVI, y más aún, con la Revolución Industrial del siglo XIX, la economía a nivel mundial tomó rumbos distintos, con niveles de tecnología y producción nunca antes imaginados. Pensadores como el emblemático Adam Smith (1723-1790), plantearon teorías sobre el funcionamiento de los mercados; lo hoy conocido como capitalismo. En estas teorías postulaban que la oferta se ajusta automáticamente con la demanda (gracias a la mano invisible), debido a la existencia de un gran número de oferentes en un mercado determinado. En dicho mercado también existe un gran número de consumidores, los que, según sus preferencias y necesidades, demandan productos.
Los actores del mercado mencionados actúan según su propio interés, lo que - a su vez – incide positivamente en el bienestar común.
En los años 40, luego del fracaso de la economía clásica con la crisis de los 20, empieza a construirse el Neo-liberalismo con ideólogos - como Friedman - que revitalizan la doctrina liberal con los nuevos ingredientes de la lucha contra el comunismo y cualquier movimiento de izquierda, amparándose en la disputa contra la intervención del Estado como cualquier estamento de sociedad en el mercado capitalista. Estas teorías alcanzan su plenitud en los años 80 con la llegada de R. Reagan y M. Thatcher al poder en los Estados Unidos y Reino Unido respectivamente.

Enfoques Marxistas de la economía. Este enfoque macroeconómico también conocido como comunismo se genera como una crítica al sistema capitalista de matriz clásica y, por lo tanto se posiciona como su antagonista máximo. La idea comunista plantea la centralización y planificación de la actividad económica en manos de un estado reformulado gracias a una previa revolución que entrega el mando a quienes – según Karl Marx (1818-1883) - siempre debió pertenecer, por ser el trabajo el único insumo productivo que genera valor, esto es, a la clase obrera, quienes serán los encargados de establecer una sociedad sin clases.

Enfoques Keynesianos de la economía. Este enfoque está vinculado al economista John Maynard Keynes (1883-1946), quien había sido formado en el enfoque clásico. Keynes fue un reformista que creía en un capitalismo más humano, regulado por el Estado, que evitaría una nueva crisis de la magnitud de aquella ocurrida a comienzos de siglo. Sus ideas inspiraron las ideas de gobierno de los principales países capitalistas desarrollados entre la segunda guerra mundial y comienzos de los años 70. Estas políticas mantuvieron un gasto público para sostener la demanda y prevenir el desempleo. A diferencia del clásico atribuye las crisis a debilidades internas al sistema económico, creyendo que los mercados no garantizan el equilibrio entre oferta y demanda en plazos prudentes. Por otra parte difiere del enfoque marxista en cuanto no reconoce una oposición de intereses entre capital y trabajo, sino una simple falta de información.

Volviendo a la actualidad, la fuerza con la que se implanta uno u otro enfoque económico no es tan rígida. La globalización, la apertura de los mercados al exterior, la importancia creciente de la sustentabilidad ecológica, la lucha contra la pobreza y la desigualdad, y la fecundación de un sistema dependiente de las especulaciones financieras, entre otros tópicos contingentes han encaminado a los gobiernos en un sendero cada vez más fusionado en relación a las posturas económicas. Conductas inadmisibles según las teorías antes planteadas, como que el gobierno de los Estados Unidos - estado neo-liberal por excelencia – planee intervenir en el mercado con una multimillonaria inyección de fondos, o que la China Marxista sea una potencia económica y cuente con una apertura a los mercados externos con una gran presencia de conglomerados empresariales internacionales envidiable por cualquier país capitalista. Por otra parte, no hay que olvidar ejemplos virtuosos de países que han sabido aprovechar lo mejor del marxismo y del capitalismo alcanzando el equilibrio casi perfecto con una excelente calidad de vida para sus habitantes, como Suecia, Bélgica, entre otros.